La tarea fundamental del profesional de la educación en la era contemporánea, es adecuarse ante los nuevos retos y avances científicos y tecnológicos que día a día se presentan en nuestras vidas, de tal manera que se puedan aprovechar y usar en beneficio del proceso de enseñanza-aprendizaje, y no se vea como una amenaza y declive de la vida educativa en las aulas de clase.
Ante este panorama, la educación afronta la imperiosa necesidad de replantear sus objetivos, sus metas, sus pedagogías y sus didácticas, si quiere cumplir con su misión de brindar satifactores a las necesidades del hombre. Bill Gates, magnate de la tecnología mundial, aseguró en un cuestionamiento de la prensa estadounidense que las mismas fuerzas tecnológicas que harán tan necesario el aprendizaje, lo harán también agradable y práctico y que así como las corporaciones se están reinventando en torno de las oportunidades abiertas por la tecnología de la información, la escuela también tendrá que hacerlo.
Sin embargo, en esta “post-post” modernidad, ¿Cuáles son los nuevos retos que enfrenta la profesión docente? ¿Qué competencias demandan en el profesor las NTIC al incorporarlas en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
En un intento personal de responder a lo anterior, se observa que acorde con las tendencias sociales, es cada vez más recurrente la exigencia y la necesidad de profundizar en el conocimiento de las nuevas tecnologías y su aplicación en la enseñanza y en el aprendizaje.
Según la lectura: “EL PROFESOR EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN: NUEVAS NECESIDADES EN LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO”, de Ricardo Fernández Muñoz. TEU de Didáctica y Organización Escolar. Profesor de Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación en la Universidad de Castilla la Mancha (E.U. de Magisterio de Toledo), el autor postula que la necesidad en la formación de un profesor eficaz y con dominio de las tecnologías y formas de comunicación es cada vez más urgente a medida que la sociedad cibernética, multicultural y en constante información avanza hacia el lumbral de la vida digital.
Menciona además que el perfil de un profesor actual, debe de radicar en tres ejes fundamentales: conocedor tecnológico, fomentador ético y socializador y facilitador de la autorrealización del alumno para que este alcance sus necesidades de bienestar. Dichos ejes de formación, son nulos o inexistentes en el perfil docente de los sistemas educativos públicos del país, que aun se basan en viejos y obsoletos métodos de enseñanza que solo provocan en el alumno temor, despego y desinterés en su formación educacional y profesional.
Es por ello que los docentes, de todos los niveles, requieren egresar de las escuelas normales, con una formación específica en este campo y en el de la tecnología; de igual forma, los profesores que tienen profesiones diferentes a la docencia, deben recibir instrucción en el uso técnico y pedagógico de los modernos medios de enseñanza y sus didácticas.
Dada la imperiosa necesidad de que el profesor, mediante el debate y la reflexión, se convierta en el gestor didáctico de su aula y pueda aprovechar las enormes posibilidades que brinda la incorporación de los avances tecnológicos, es preciso que se le proporcione todo el apoyo del sistema, facilitándole los medios a través de los cuales adquirirá las competencias que las NTIC demandan en él.
Ante ello, ha surgido el debate mundial en torno al llamado e-learning y su papel como educación eficaz y significativa en contra del profesor presencial con diseños instruccionales basados en mecanismos de memorización y repetición. Lo anterior, sugiere que sería más viable aplicar la enseñanza en línea programada en vez de la enseñanza de un profesor presencial, si este no se adecua a las necesidades del contexto social actual. Pero, para evitar esta división y hegemonía de uno u otro sistema, la solución sería la adecuación del e-learning y del profesor presencial en un mutuo apoyo y coordinación que permita un proceso de enseñanza-aprendizaje de calidad, significativo y de provecho.
Es en este momento y con extrema urgencia, que la Secretarias de Educación Pública, en el caso concreto de México, se empiecen a replantear la figura del profesor y de las actividades de los actuales procesos de enseñanza-aprendizaje de las escuelas públicas, de manera que estos estén al día y acordes al avance tecnológico para que pueda alcanzarse una superación educacional, social, cultural, económica y hasta política que permita avanzar al país en aras de una ganancia social de calidad ante los países del primer mundo que ven a México como una nación con alto rezago educativo, discriminación y problemas de seguridad interna, causados en gran medida por la falta de oportunidades laborales que son el resultado de una carente formación ética, profesional y educativa fundamentada en valores, competitividad, creatividad y autorrealización.
En México, existen realmente pocas instituciones que están tomando en serio los nuevos tiempos de cambio y están transformando sus prácticas educativas aún de manera aislada. Sin embargo, aún cuando las condiciones están disponibles para hacerlo en todos los niveles, es en las Universidades en donde deberán surgir programas integrales y ser las promotoras de las nuevas formas de crear, obtener, transformar y distribuir el conocimiento.
Es necesario, que existan políticas institucionales con acciones concretas de apoyo al cambio, es decir, el paso debe de iniciarse por las mismas autoridades del sector educativo en general y de las propias instituciones en particular. Se deben de fomentar estímulos y proveer la infraestructura tecnológica necesaria para aquellos que se han decidido por el cambio y más aun, aplicarlas, usarlas y sacarles provecho.
Fernández Muños, también resalta la importancia de la motivación en el alumno, la motivación de su contexto familiar y social y la motivación personal que el educando deba de tener ante las nuevas tecnologías, por ello, el trabajo es arduo en este rubro, ya que el profesor debe de jugar el papel de mediador y de gestor del aprendizaje para que el alumno pueda desarrollarse y aprenda a aprender dentro y fuera de las aulas de clase y por medio de las NTIC.
Por ello y a manera de conclusión, podría decirse que la incursión del profesor en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación es necesaria para la adopción de nueva normas y formas de enseñar y de aprender. Las NTIC, hacen necesario presentar un replanteamiento de las nuevas didácticas que se pueden desarrollar en todos los niveles educativos para poder logra la formación integral del ser humano, razón de ser de la labor educativa. Aunado a ello, la transformación profunda hacia la adopción de las NTIC en el contexto educativo tiene que producirse a partir del apoyo de las autoridades en las instituciones: un cambio de actitud y de planteamiento por parte de los profesores y del empeño responsable de cada uno de los alumnos, por ello, el actual sistema educativo mexicano debe de adaptarse de inmediato a los cambios sociales mundiales y replantearse el papel que actualmente requiere desempeñar el profesor, las competencias y conocimientos que debe de poseer para poder desenvolverse en una sociedad de información eficaz y actualizada que se encuentra en constante sinergia y evolución.
1 comentarios:
Me parecio muy interesante tu nota =D
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